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«Prompt me / Si lo imaginas_». Exposición de la Maestría en Artes Visuales y Nuevos Medios – UArtes

La exposición “Prompt me / Si lo imaginas_” de la primera generación de estudiantes de la Maestría en Artes Visuales y Nuevos Medios de la Universidad de las Artes se realizó en distintas sedes: Galería CIF, Bóvedas, Terraza y otros espacios de MZ14 – Centro de Producción e Innovación, y el hall y Galería 4ta Pared de la Biblioteca de las Artes en Guayaquil. Participaron lxs artistas Andrea Vaca, Ángelo Avilez Álava, CH Mosquera, Diana Gardeneira, Luis Ramírez, Paulina Romero, Rocío Soria Díaz, Ronny Albuja, Ruth Cruz Mendoza, Santiago Molina Andrade, Santiago Tapia y Víctor Hugo Contreras. La muestra tuvo lugar del 7 al 17 de julio de 2023. La curaduría fue realizada por Cristian Villavicencio, coordinador de la Maestría, y Ana Rosa Valdez, docente de este programa de estudios superiores.

Publicamos el texto curatorial y un registro fotográfico completo de la exposición y  obras.

Prompt me… si lo imaginas

Texto curatorial por Ana Rosa Valdez

Las propuestas que conforman esta muestra fueron desarrolladas en los procesos pedagógicos de la primera generación de la Maestría en Artes Visuales y Nuevos Medios de la Universidad de las Artes. Un programa que ha buscado aprovechar el espacio académico para la creatividad artística y la reflexión cultural más allá de los parámetros normativos de la profesionalización del arte que, en ocasiones, burocratizan y transforman la experiencia de aprendizaje en competencia meritocrática. Aquí se ha tratado de desafiar el punto de equilibrio que debe existir entre la incertidumbre de las prácticas creativas y la estabilidad que debe ofrecer la educación superior, inclinando convenientemente la balanza hacia el terreno de azares y contingencias que constituyen lo artístico.

Los proyectos exhibidos han enfrentado el desafío de convertir las narraciones personales e íntimas en asuntos de interés público, sorteando los conflictos que han permanecido latentes, el peso identitario de los legados culturales y las tradiciones, las heridas y afecciones que persisten en el tiempo, los sentimientos de represión y negación, las memorias dolorosas o emociones no resueltas que demandan cuidado, tanto en la complicidad de los lugares privados como bajo la luz reveladora de los espacios colectivos.

En este recorrido cada quien ha encontrado sus propias estrategias para dar sentido a los problemas que como artistas han elegido desbrozar, convirtiéndolas en potencia creadora y afectiva cuyos destellos podemos percibir en las elecciones formales que materializan las obras. Todos los procesos de producción que anteceden esta muestra han sido experimentales en la forma de incorporar reflexiones, recursos y procedimientos estéticos que provienen de los nuevos medios. Aunque, de manera general, es difícil eludir el deslumbramiento que estos producen por su capacidad de innovación o su atractivo en términos de consumo cultural, estas propuestas logran someter la racionalidad tecnológica a las intuiciones y sensibilidades artísticas. Se han producido ensayos capaces de convertir el error en un proceso significante: las piezas dan cuenta de la experimentación como una vía más que un fin en sí mismo. De esta manera, la programación informática, las técnicas de reproducción e impresión de imágenes, los sistemas de procesamiento y visualización de datos, la configuración de dispositivos electrónicos, entre otros, son puestos en función de las ideas estéticas y posicionamientos éticos que han emergido o se han fortalecido durante el programa de estudios.

Finalmente, cabe mencionar que los textos de artistas que forman parte de la curaduría representan un esfuerzo por fabricar escrituras en los lindes de las estructuras académicas, una apuesta por nombrar los procesos creativos de manera particular, y una forma de hablar desde el arte capaz de fluir en los lenguajes comunes a través de los cuales forjamos vínculos con nuestro tiempo.

Entrada principal de la Galería CIF, una de las sedes de la exposición, durante la inauguración el 07 de julio.
Fotografía: Jordan Mosquera

Inaguración. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Tres apuntes sobre ecto.pix

Texto curatorial por Cristian Villavicencio

1_Estructura grupal: Doce artistas trabajan en sus proyectos y conforman el colectivo ecto.pix, durante sus estudios en la Maestría de Artes Visuales y Nuevos Medios. El nombre emerge como síntesis de los intercambios que mantuvieron en la clase del teórico y docente Juan Martín Prada. Su decisión artística demuestra la voluntad de combinar procesos singulares y conformar, así, una estructura colectiva que sirva de soporte a sus intereses artísticos.

2_Gesto, cuerpo y tecnología: Líneas de investigación que se entrecruzan en este colectivo de artistas, donde destaca la importancia de lo corporal desde diversos planteamientos simbólicos y tecnológicos que apuntan a la cotidianidad de cada unx de ellxs. Se plantea cómo la experiencia artística apela a nuestros sentidos -tacto, vista, oído-, mediados por capas digitales en tanto que traducción de datos.

3_Técnicas digitales y analógicas: Las obras que conforman esta exposición, proponen un debate sobre lo tecnológico situado en el contexto local, pero conectado con otras latitudes. Algunas de las obras presentan un interés particular por confrontar a las capas de hiperdigitalización, a las que estamos expuestas/tos en el mundo contemporáneo, con procedimientos analógicos y manuales. La visión de la tecnología que aquí se plantea, es amplia y exorciza la fantasía de una novedad incesante.

Planta baja de la Galería CIF, durante la inauguración. Fotografía: Jordan Mosquera

Un simulacro sin sentido de Santiago Tapia

Para mí la inteligencia artificial es una exageración del lenguaje, una hipérbole de un sistema que no se acerca a la inteligencia humana; más bien son sistemas cargados de una inmensa cantidad de datos con los cuales se trata de recrear algo por medio de procesos estadísticos que se aprovechan de la pareidolia1 para hacernos creer que están dotadas de inteligencia. Entonces somos nosotros quienes le damos un sentido y significado a los resultados que estos algoritmos nos devuelven.

Los datos de entrenamiento que recibe este modelo de aprendizaje automático son los que determinan el resultado. Estos sistemas no son capaces de abstraer, los objetos recibidos son concretos. Una maceta solo puede ser una maceta, ya que esta no reconoce objetos sino solo patrones de repetición sobre los datos recibidos. La digitalización de lo cotidiano ayuda a que esta tecnología se transforme en un agente generador de verdad, sin que exista lugar a la duda.

Un simulacro sin sentido es una instalación inmersiva compuesta por una computadora central que controla la sala. La máquina está destinada a observar de manera obligatoria a un cuerpo vivo, a una planta. El sistema debe contemplar a este cuerpo vegetal y su entorno, procesarlo, tratar de interpretar lo que está frente a la cámara y mostrar la interpretación en bucle. Al entrar a la sala el observador forma parte de esta instalación; si logra ser captado por la vista de la máquina, ésta tratará de interpretarlo, definirlo e imaginarlo.

Santiago Tapia. Un simulacro sin sentido. 2023. Proyecto presentado en la Bóveda 1 de la Galería CIF, MZ14. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Desear ser deseo: Flujos y heterotopías del manglar de Rocío Soria Díaz

Evoco la importancia del arraigo en cualquier lugar, el entresuelo, la brujería. La capacidad de sentir e imaginar de manera profunda al considerar al ser humanx, la naturaleza y la tecnología como elementos igualmente valiosos y sagrados.

La figura de la bruja del manglar es central, generando dispositivos, narrativas, símbolos y formas. Me considero puente entre lo profano, lo terrenal y lo místico. Este enfoque se orienta hacia el post-humanismo tropical.

Concibo el manglar como un ente que construye la identidad latinoamericana. Dondequiera que vaya, llevo conmigo mis raíces y busco encontrar nuevos lugares donde echar raíz. Esta inspiración proviene de la obra de Ana Mendieta y su exploración del laberinto de la soledad descrito por Octavio Paz. Construyo formas para volar a partir de mis raíces profundas, reconociendo que la tierra es el origen primordial.

Las raíces del manglar simbolizan cuerpos de agua, líquidos que reflejan su propia condición acuática. Utilizo esencias, aprovechando su contenido acuoso para diversas utilidades. Además, empleo manos de acrílico como elementos cotidianos que enfatizan la figura de la bruja, simbolizando un envenenamiento constante, la feminización, el poder y el arma.

Esta obra se manifiesta a través de una instalación olfativa compuesta por objetos que simulan el mangle, joyas como amuleto de protección, aceites y aromas para una conexión elevada. Esta expresión artística invita al público a explorar y sumergirse en la esencia misma del manglar tropical y sus significados simbólicos.

Exterior de la obra de Rocio Soria Díaz. Fotografía: Jordan Mosquera

Repisa de manglar y Manos de bruja, dentro del espacio expositivo de Rocio Soria Díaz. Fotografía: Ricardo Bohórquez

Un rayo cae sobre la columna de Atlas, este rayo es la acción de Ronny Albuja

Existe una escritura que nos pertenece a todes, las heridas. A veces estas heridas no se pueden ver, son silenciosas y lentas en sanar. Es así como la veo, como una columna de memoria de algo sucedido. El dolor de aguantar, el accionar y la memoria del golpe sugieren el sentido de estas obras.

Romper a Atlas como arquetipo de quien sostiene el mundo, cuya mirada no se mueve mientras su cuerpo está solo. Curiosamente, el nombre de la primera vértebra del cuerpo humano es C1 “Atlas”, la cual sostiene la cabeza, las ideas, pero no tiene movimiento. La magia ocurre en la segunda vértebra, C2 “axis”, que pertenece al horizonte del quiebre, las curvas, las diagonales y la rotación.

El eje de la tierra está inclinado en 22.5 grados para que la vida surja, nada es vertical. Así mismo al abrazar doblamos la vértebra Axis para recibir el cariño. El quiebre y la diagonal son necesarias para reconocer nuestro cuerpo, mostrarnos vulnerables al peso, pedir ayuda y sostener de manera compartida.

La sobrecarga deja una herida; la herida, una posición del cuerpo, y el cuerpo no la olvida. Las vértebras sostienen el peso de la herida, del mundo y de la mirada. Desvestir el cuerpo para mostrar el sistema óseo, bajo la piel quemada; encontrar en otra columna la mía, descubriendo que la mejor forma de sostener grandes pesos es por medio de la carga compartida.

Poner en jaque la idea olímpica del primer lugar, la medalla como objetivo principal, y abrazar el fracaso para hacerlo mi esposo; así también se llega lejos. Finalmente, esta muestra presenta una oda a lo débil, al quiebre, al bajar los brazos, a la pérdida y a la herida, para dejar de soportar solo y pensar un abrazo desde la acción.

Ronny Albuja. Un rayo cae sobre la columna de Atlas. 2023. Parte de la instalación  junto al registro de performance del artista durante la inauguración.
Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Ronny Albuja. Un rayo cae sobre la columna de Atlas. 2023. Parte de la instalación  junto al registro de performance del artista durante la inauguración.
Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Ronny Albuja. El rayo es mi acción. Escultura realizada con impresión 3d, Motores de agua, pecera. 30x30x100. 2023

Ronny Albuja. El rayo es mi acción. Escultura realizada con impresión 3d, Motores de agua, pecera. 30x30x100. 2023

Ronny Albuja. Un rayo cae sobre la columna de Atlas. 2023. Parte de la instalación  junto al registro de performance del artista durante la inauguración.
Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Ronny Albuja. Un rayo cae sobre la columna de Atlas. 2023. Parte de la instalación  junto al registro de performance del artista durante la inauguración.
Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Ronny Albuja. Un rayo cae sobre la columna de Atlas. 2023. Parte de la instalación  junto al registro de performance del artista durante la inauguración.
Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Más allá de la luz roja de Ruth Cruz Mendoza

Tu me manques, I miss you, te extraño. Un mensaje virtual a un usuario fantasma, un Hermes boot.

Nos comunicamos a través de nuestros sentidos, hablamos/escuchamos, gesticulamos/vemos. Los dispositivos electrónicos han ampliado nuestras formas de interactuar con los demás. Aprendemos otros lenguajes aunque empleemos nuestro idioma nativo. Las acciones táctiles de nuestros dedos y el comando por voz nos permiten enviar un mensaje a través de múltiples aplicaciones; todas estas formas convencionales de comunicarnos, naturales y naturalizadas, tienen un componente básico que es la energía.

Reconocemos las cosas en tanto las vemos, cuando las ondas de luz las golpean y ellas se proyectan; no obstante, esto no quiere decir que aquello que no vemos no existe.

Hoy les invito a evocar una experiencia trascendental, algo que bien describen los chamanes, los espiritistas, los creyentes, los que murieron y regresaron, los que deliran, todos ellos y muchos más. Yo lo hago desde lo artificial, mecánico y electrónico, porque esas son las herramientas que conozco para formar mi lugar sagrado.

Estos dispositivos los veo como posibles prótesis que sirven para reemplazar las cualidades de nuestros órganos espirituales que están atrapados en los órganos del cuerpo; son una ampliación de la visión, del tacto, de experiencias de los sentidos.

La visión mediada ya sea por un sistema artificial o espiritual nos proporciona información ampliada de nuestra perspectiva terrenal, una revelación que expande nuestro intelecto y el horizonte limitado por la luz visible. Quizás a través de estos dispositivos podríamos recordarle al espíritu sus capacidades.

Tras intentos fallidos de conexión, busco a través del arte un hábitat para mis conjeturas que vienen desde diferentes direcciones, como la conversación improvisada con alguna persona cercana, diferentes ramas de la ciencia, la filosofía y la religiosidad. Una vez enlazadas estas líneas de investigación en mi cabeza ocurren destellos a los cuales llamo hipótesis.

La ciencia emplea simuladores para poder demostrar las teorías que proponen. Las obras que se presentan son simuladores que no necesitan un aval científico, más bien se ubican en su margen, con los privilegios que le otorga la pseudociencia para permearse de otros saberes.

Ruth Cruz. Mas allá de la línea roja. Instalación en cuarto piso y terraza de MZ14. 2023  Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Cántaro Sagrado de Andrea Vaca

Para que mi útero sane

tiene que haber tiempo para ordenar

y espacio para desordenar,

manipular la célula,

transformarla,

destruirla, construirla y deconstruirla.

su intimidad me permite

develar las células y el útero que me habita

que son un refugio

y espejo del tiempo,

el tiempo que le tome sanar a mi propio cuerpo.

Células malignas me habitan, escuchan todo, sienten y transmiten.

Células que se convierten en cántaro sagrado.

Mi útero guarda recuerdos, memorias y experiencias.

Es un orgáno que siente y se refleja.

Es enfermedad-

herida que no cierra

y no tiene fin

por el momento.

Es anhelar células sanas

en donde pueda permearme,

permanecer,

o definirme.

Cántaro Sagrado es una constante búsqueda entre la estructura de la célula y la enfermedad, entre sus vacíos y sus uniones.

Proyección y video mapping de Andrea Vaca, junto al texto curatorial de Cristian Villavicencio. Inauguración. Fotografía: Ricardo Bohórquez

Cicatrices invisibles de Ángelo Avilez Álava

Cuerpos aplastados, cuerpos errantes en los espacios cotidianos que ocupamos, cuerpos presentes pero silenciados, cuerpos que arrastran un peso generacional.​

El reflejo en el espejo trae preguntas incómodas: ¿Qué define al hombre en esta sociedad? ¿Son las expectativas una cárcel inquebrantable o podemos encontrar nuestra propia verdad? En el espejo de la mirada ajena, los dogmas aplastan nuestra autenticidad, limitan nuestra expresión y restringen el vuelo de nuestro espíritu. Normas, expectativas, sombras opresivas que encarcelan, estereotipos predefinidos, culpa y vergüenza sin sentido en torno a las nociones establecidas, difundidas y legitimadas sobre la masculinidad.​

Al recordar la rutina de la súplica causada por la culpa sin sentido, intento recrear desde la escultura ese peso inquebrantable, ese proceso agotador y doloroso por el aplastamiento. Es esa sensación abrumadora que nos oprime, que nos hace sentir pequeños e insignificantes ante los desafíos y adversidades que enfrentamos. Puede manifestarse de diferentes formas, como la carga de expectativas y responsabilidades que llevamos sobre nuestros hombros.​

Mediante el uso de diferentes medios, esta obra intenta poner al descubierto las heridas causadas por esas miradas críticas. El cuerpo se convierte en un testimonio de cicatrices invisibles, de lucha interna, de reconciliación consigo mismo. La iluminación (el juego de luces y sombras) tiene un decisivo papel en la producción de sentido. Al enfrentarse a la obra es importante pensar en las capas que van desde las miradas críticas hasta el recuerdo, y los murmullos evidenciados a través del sonido que trae como consecuencia un cuerpo aplastado, roto, sumiso.

“Yo masculino” instalación de Ángelo Aviléz, Fotografía: Ricardo Bohórquez

Instrucciones para buscar: El Lugar Exacto Donde Me Caí de Ch. Mosquera

  1. No hacerle caso a este man.
  2. Buscar lugares con insistencia y en repetidas ocasiones.
  3. Hacer de esto un ritual.
  4. Ser repentinx e involuntarix.

1.2 No hacerle caso a este man (bis).

  1. Sentir el tiempo como una espiral que va en picada.
  2. No necesariamente tocar el suelo.
  3. Acercarse a los álbumes familiares y a la maternidad donde naciste.

6.2 No necesariamente tocar el suelo.

(silencio) 3.2 Hacer de esto un ritual.

  1. Cuestionar tu rol de hijo, hijo huérfano y hombre.
  2. Contemplar tu primera caída.
  3. Sobre todo jugar.
  4. Tomarse el chiste en serio.
  5. Tropezar constantemente con distintas teorías.
  6. Elegir una causa:

a) Una vereda mal cementada (externo).

b) Actividad eléctrica anormal en el cerebro (interno).

c) Una cáscara de guineo en el lugar equivocado (externo).

d) Un conflicto no resuelto en el inconsciente (interno).

14. Creer que hacías fotos…

15. Diferenciar que no es lo mismo un hombre cayendo desde un rascacielos en medio del World Trade Center que un hombre cayendo al salir de la ducha mientras se cuida el cuerpo.

16. Hacer lo necesario para que te estén cuidando la mayor cantidad de tiempo posible – sin caer en el berrinche–

17. Seguramente quedar mal.

18. Hacer lo necesario para entender que no todo parte de un piso.

19. Y cuando te caigas, reclama a tu mamá diciéndole (susurra):

 “Mi papá te mando acá para que me cuides”.

17.2 Seguramente quedar mal.

10.2 Sobre todo jugar.

CH Mosquera. ELEDMC (paste up y fotozine). 2023. Fotografía: Ricardo Bohórquez

CH Mosquera. ELEDMC. Intervención en el Lobby de la Biblioteca de las Artes, una de las sedes de la muestra. 2023. Fotografía: Ricardo
Bohórquez.

CH Mosquera. El lugar exacto donde me caí. Vista general del montaje en la Galería 4ta Pared, una de las sedes de la muestra, junto al texto curatorial de Ana Rosa Valdez. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

NMTKS – apariciones poéticas callejeras de Diana Gardeneira

Entonces, se hace posible definir a la mujer como un poema viviente, y definir la moda como la poética de la feminidad.

Rémy G. Saisselin, “From Baudelaire to Christian Dior. The poetics of fashion”

El feminismo representa para mí un espacio de reflexión, conciencia y rebeldía. Esta postura me impulsa a canalizar mis emociones a través del arte, como una forma de desahogo y transformación en un contexto conservador y tradicional. Vivir en un entorno donde se nos juzga por ser “diferentes” y por exigir nuestros derechos humanos básicos, como el derecho a vivir libres de violencia, me motiva a expresarme y resistir. Como dice el lema de la marcha del 8M en Guayaquil: “Son nuestros derechos, ¡no son favores!”.

Desde el 2016, he estado trabajando en temáticas de visibilización de la violencia, protección, falta de representación, sororidad, historias y colectividad. El textil se ha convertido en el eje central de mis obras, catalizando nuestras luchas de manera poderosa. La moda es un medio de expresión político que reflexiona sobre el cuerpo, la identidad y el contexto.

A través de vestimentas y acciones de performance exploro el significado de ser mujer y confronto la estructura patriarcal. Las piezas que he diseñado están pensadas para ser utilizadas por la banda de rock punk local llamada Dulces Sueños. La música, como forma de diálogo, trasciende y lleva el mensaje de mi obra más allá.

Mediante estas piezas, mi objetivo es transmitir un mensaje poderoso y provocativo, generando un impacto tanto musical como emocional en aquellos que las utilicen y contemplen. Su diseño y el concepto están concebidos con el propósito de cuestionar las restricciones impuestas y crear un espacio para la liberación individual y colectiva.

Diana Gardeneira. 3 instalaciones del proyecto NMTKS – apariciones poéticas callejeras y reproducción de dos videoclips del
grupo ¨Las Dulces Sueños¨, donde la artista es vocalista. 2022-2023. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

[Make a picture] de Luis Ramírez

/Imagina que es de noche, cuatro días después de la luna llena, el cielo está parcialmente despejado y las estrellas tiritan de frío. Nos encontramos viajando aceleradamente, sorteando el tráfico de una carretera serpenteante en medio de las montañas, a unos mil ochocientos metros sobre el nivel del mar, donde los árboles y las plantas a ratos ceden su protagonismo a valles con casas que asemejan luciérnagas a la distancia. Estamos en un Spark de color blanco, rumbo a Mindo, esquivando la ansiedad que sólo una aventura de estas puede provocar. Este pequeño fragmento de texto y memoria ahora se ha convertido en una imagen borrosa que comparto en la mente de cada uno de ustedes. Así comenzó un viaje de carretera a las regiones de la Costa, Sierra y Amazonía ecuatoriana en el año 2021: incierto y sin retorno.

En esta propuesta la noción de paisaje se concibe como una metáfora de la imagen digital, que acontece en un momento tecnológico donde las efervescentes tecnologías de inteligencia artificial (IA) se han desplegado en el mundo de las imágenes, que se degradan constantemente en los flujos de la información bajo los procesos colaborativos de identificación, categorización y etiquetado a los que Martin Prada denomina ‘folksonomía’. Más allá de maravillarnos con imágenes generadas en un sistema de IA (output) se trata de volver la mirada al texto como estructura (input) y a los métodos que sostienen la experiencia de la imagen en nuestro tiempo.

Las obras aquí presentadas fueron desarrolladas utilizando distintas tecnologías y procedimientos que incluyen: sistemas de inteligencia artificial, impresión, etiquetado en relieve y posproducción audiovisual.

Luis Ramírez. Make a picture. Vista general del proyecto. 2023. Bóveda 2 de la Galería CIF, MZ14. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Luis Ramírez, Uncomfortable Communication, 2023. Instalación de videomapping de sitio específico. Dimensiones  180 x 180 cm.  Bóveda 2 de la Galería CIF, MZ14. Fotografía: Ricardo Bohórquez

 Luis Rampirez. Mi journey (serie), 2023. Cajas de luz de 30 x 30 cm. 

Paisaje y artefactos (año 2800) de Paulina Romero

La ambivalencia entre lo virtual y lo físico me han definido a lo largo de mi vida, y hoy definen mi práctica artística. Crecí en Rocafuerte, pueblo contenedor de tradiciones y conocimientos de origen milenario. He recorrido también un sinnúmero de píxeles bajo el nickname de Mei, espacios donde las comunidades digitales me acogen.

La comunidad de Pile reconoce como uno de sus pilares culturales, afectivos y económicos el tejido tradicional del sombrero de paja toquilla. Junto a niños y jóvenes de la Escuela Alma Toquilla nos preguntamos: ¿Qué futuros posibles nos podemos imaginar para esta materia prima y su saber ancestral? Asumiendo el rol de artista-mediadora propuse al grupo una serie de ejercicios creativos para imaginar colectivamente un porvenir.

Como resultado presentamos una instalación que nos sumerge en una experiencia sensible desde lo visual, lo sonoro y lo táctil. Un server creado en Minecraft con texturas, edificaciones, objetos y situaciones surgidas de los talleres participativos guarda ese futuro colectivo imaginado y cuenta la historia de una palma transformada en sombrero fino. También se exponen objetos escultóricos intervenidos con tejido, basados en imágenes que los jóvenes tejedores crearon en los talleres como un “último vestigio” de toquilla en Pile, salvaguardado en las estructuras del videojuego.

Es así como en Paisaje y artefactos (año 2800) el material cobra otras vidas, toma nuevas formas, busca su propia abstracción y ocupa otros espacios, desbordándose hacia un posible futuro. La toquilla se adapta a la digitalidad para mostrarse como cuerpo pixelado. Las mismas hebras del sombrero fino hoy son data gaming. Su olor nos abraza. La tradición también abraza al videojuego donde hoy habita.

Paulina Romero. Paisaje y artefactos (año 2800). Palos de tejer y proyección de Minecraft. 2023. Fotografía: Ricardo Bohórquez

Paulina Romero. Paisaje y artefactos (año 2800). Palos de tejer y proyección de Minecraft. 2023. Fotografía: Ricardo Bohórquez

Objetos en la memoria migrante de Santiago Molina Andrade

Este proyecto surge de un viaje concebido como un dispositivo que cataliza un reencuentro con la cotidianidad. Explora la conexión entre los objetos cotidianos y la experiencia migratoria, rescatando la memoria colectiva-afectiva de aquellos que salieron de Ecuador en tiempos de crisis.

En esta incursión en las artes visuales y los nuevos medios me enfoco en objetos que mi familia decidió preservar de su proceso migratorio a España. Estos son recolectados, intervenidos e instalados para que el espectador se sumerja en ellos y acompañe a familias y migrantes en su trayecto.

Desde un teléfono de disco que invita a levantar la bocina y escuchar relatos de viajes fallidos y logrados, hasta varias postales con reflejo en espejos cóncavos y realidad aumentada, se busca llevar al público a una narración personal que acontece en lo cotidiano.

El proyecto genera una relectura de la migración ecuatoriana de finales de los 90 e inicios del 2000, presentando los objetos como símbolos que trascienden fronteras, generaciones y culturas. Invita a reflexionar sobre la relación que los migrantes establecieron con su lugar de destino, la fragilidad y la resiliencia que nos une en la experiencia compartida del desplazamiento en las cosas que nos acompañan.

Contemplar esta obra involucra los sentidos a través de los objetos y sus historias, recordando que la migración es dolorosa, alegre y trasciende lo físico. En cada gesto, palabra y espacio de esta instalación, se intenta revelar la búsqueda incesante del espacio-lugar al que algunos llaman hogar.

Santiago Molina. Objetos de la memoria migrante. 2023. Proyecto presentado en la Galería CIF. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

Silencio, estamos en confesión de Víctor Hugo Contreras

De repente despierta el rostro de alguien con lágrimas. Para evitar la angustia seca sus mejillas mojadas. Un pecho vacío, quieto, y un pensamiento ocupado hacen que mientras no se duerma, viva un sentimiento que viene y va de una forma pendular; un escudo evita el recuerdo que lo oprime, ese escudo es la resistencia a sanar.

Una voz golpea el pecho, un golpe cargado de desaprobaciones, de un espíritu moral, una memoria familiar, social y religiosa. Todo eso se está pudriendo, he aquí una tragedia putrefacta en un envoltorio de corazón abierto, abyecto.

Esta obra guarda intimidad, encierra duelo y angustia de algo no resuelto, una aporía. Es una caja que se hace transparente cuando es percibida por otra mirada. Intenta imbricar medios y recalcar la semiótica de los materiales. Su conquista sería un arte para la catarsis.

En todo cuerpo humano un nervio motor transmite información y movimiento. En esta propuesta se sugiere una analogía con esta idea a través de una voz, formas de lenguaje y conectores que activan un mecanismo rústico y perverso.

Soy consciente de que tengo afecciones y que una de ellas, en especial, me mueve y moldea mis sentimientos como una opresión que desde la penumbra llega como eco y recuerdo. Voces inexistentes golpean; surge un conflicto entre sonido y silencio, entre lo que hace ruido y lo que se calla.

Víctor Hugo Contreras. Mi culpa. Instalación junto al proyecto El lugar exacto donde me cai proyecto de CH Mosquera, en la Galería 4ta
Pared, una de las sedes de la muestra. Fotografía: Ricardo Bohórquez.

 

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